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Escribir un currículum puede resultarte complicado. Tómatelo como un ejercicio creativo de memoria e introspección. Verás que una vez que concretes la información que debes plasmar y la ordenes, solo te queda pensar en cómo presentarla. La estética del currículum es muy importante: apuesta por un diseño sencillo, de fácil lectura y que sea agradable a la vista.
Recuerda que es importante adaptar el currículum a cada oferta de empleo, por ello resulta fundamental tener un documento de base donde añadir o eliminar cualidades o experiencias que sean más o menos relevantes según qué puesto. Esto hará que nuestra candidatura sea más fuerte y sólida y, por tanto, tengamos más posibilidades de entrar en un proceso de selección.
A continuación, te mostraremos los errores más comunes que cometemos a la hora de redactar nuestro currículum. Se trata de errores que le restan valor y fuerza a nuestra candidatura, así que ¡toma nota!
NO utilices una cuenta de correo electrónico que no sea profesional
Aunque no lo creas, tu dirección de correo electrónico da mucha información sobre ti. Evita utilizar tu año de nacimiento y/o cualquier diminutivo que te suelan decir tus familiares o amigos (Ejemplo: luci89@…). Asegúrate de que tu dirección desprende profesionalidad y apuesta por algo tan sencillo como tus apellidos o iniciales (Ejemplo: lucía.navarro@… O l.navarro@…). Intenta también que sean direcciones sencillas de recordar y deletrear. Seguramente tengas que darle tu correo por teléfono a más de una persona.
NO omitas información por pensar que tu CV es muy largo
Si consideras que algo es importante y debe aparecer en tu CV no lo borres por intentar que todo entre en una sola página. Es verdad que siempre se dice que los CV de una página son mejores, pero siempre hay trucos para que todo entre y no debe pasar únicamente por borrar información.
¿Tu vida profesional es muy larga? ¿Eres un perfil senior y has tenido diferentes empleos a lo largo de tu carrera? Prueba con un diseño diferente, acorta los márgenes y aprende a sintetizar. Recuerda que debes personalizar tu CV para cada oferta, así que quizá haya cierta información que puedas omitir para según qué empleo.
No te obsesiones con que todo quepa en una página. Cuando se trata de perfiles senior dos páginas suele ser lo normal.
NO escojas una plantilla compleja
Es verdad que nuestro CV debe ser original, pero eso no significa que deba ser complejo y con mil colores. Muchas veces lo sencillo y elegante suma más. Recuerda que nuestro CV base debe ser fácil de modificar, pero también fácil de leer; por ello embarcarse en plantillas complejas además de quitarte mucho tiempo, puede perjudicarte a la hora de presentar tu candidatura a una oferta.
Importante: NO olvides enviar siempre tu currículum en formato PDF. Dará una imagen más profesional.
NO solo importa la estética
Es verdad que los CV entran por los ojos, pero lo más importante es la información que reflejas y cómo lo haces. Utiliza verbos de acción que describan tus responsabilidades en cada uno de los empleos que hayas tenido. Otra buena idea es destacar los logros que consideres importantes en los diferentes puestos, además te ayudará cuando tengas que responder a las preguntas del personal de Recursos Humanos. Siempre suelen preguntarte por tu mayor logro o dificultad.
NO incluir tu perfil de LinkedIn
Si todavía no tienes un perfil de LinkedIn, deberías empezar a pensar en abrirte una cuenta ya. Las empresas buscan a personas familiarizadas con la tecnología y las redes sociales, aunque el propio puesto ofertado no requiera tareas relacionadas.
LinkedIn es la red social de carácter profesional por excelencia. No solo te permite volcar toda la información de tu vida laboral, sino que puedes contactar con todo tipo de profesionales y seguir su actividad. A su vez puedes estar pendiente de las empresas que más te gusten y así estar al tanto de las posiciones que se abren.
NO te olvides de las soft skills
Las habilidades blandas son un obligatorio en los trabajos actuales. Las empresas buscan a personas con habilidades como la capacidad de comunicación, la flexibilidad, el liderazgo, motivación, paciencia, trabajo en equipo y un largo etcétera. Estas habilidades no siempre se adquieren en el entorno académico o laboral así que pueden darte siempre un tema de conversación en la entrevista y un plus de originalidad. Quizá durante el voluntariado que realizaste el año pasado, aprendiste a coordinar un equipo; o en tus clases de pintura de los martes por la tarde hayas desarrollado tu creatividad y tu paciencia; o será cuidar a tus hermanos lo que te haya enseñado a ser tan resolutivo.
No olvides que tus afecciones o actividades fuera del mundo laboral pueden aportarte mucho a la hora de buscar un empleo y conocer qué habilidades puedes ofrecerles a las empresas. Consulta nuestra Guía #EresLoQueTeGusta y verás como tienes muchas más cualidades de las que pensabas.